Justamente por estas fechas es la mejor época para darse una buena comida porque las milpas comienzan a dar sus elotes y la gente comienza a cosechar hectáreas y hectáreas de terreno para guardar el maíz para las tortillas y las pupusas para un buen tiempo, y como el elote esta tierno, no falta una buena atolada, unos ricos tamalitos, riguas y elotes tiernos con limón.
Realmente es toda una delicia estos días, y gracias a Elizabeth, nuestra mano derecha en la casa (no sé que voy a hacer sin ella!), tuvimos la oportunidad de ir hasta su casa (suuuuuper lejos, en San Pedro Puxtla a chorromil kilometros de San Salvador) y disfrutar de una deliciosisima sopa de gallina, que ni sé cúantos platos me tomé al final, y mas tarde, despues de ir a dar una vuelta por el río y por la milpa, comernos unos riquisimos elotes...trajimos tamales, que esta es hora que todavía estoy comiendo (pero yo no me enojo, me he dado gusto, no se cúantas libras engordé ya jaja)
Pero que rico comí, como disfrutamos ese viajecito, aunque de verdad que nos dimos una perdida! pero valió la pena el viaje, comimos rico, disfrutamos de un día muy relajante y además, conocimos una buena parte de Sonsonate que no conocíamos!
Y lo mejor, es que he desayunado tamales todos estos días y todavia no me aburro!
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