Pasó la semana y me he dado cuenta que no he escrito nada. Probablemente porque tenía mucho que pensar, mucho que escribir, pero como una computadora tirándole a obsoleta, talvez con mucha memoria en disco duro, pero a lo mejor, menos de 512 en ram. En términos sencillos, significa que de tanto pensar... me quedé en blanco.
Ha sido una semana muy patriótica. Relucieron las banderas por todos lados, unas rojas al principio de semana, otras azules después, fueron las que se vieron hasta en el último rincón del país, colores que se vieron juntos, pero no revueltos en una sola bandera. Los salvadoreños seguro saben a qué me refiero.
Comenzamos el lunes, con colores muy rojos, y los que nos mantenemos al margen de la política, compartamos o no la ideología, pero que realmente amamos nuestro país y tratamos de ver la vida con optimismo, no pudimos dejar de llenarnos de expectativas, sorpresas, admiración y hasta orgullo por la madurez con que pareciera estarse dando una transición a algo totalmente imposible hace 20 años. Así es la Democracia.
Se acabó la fiesta roja y comenzó la fiesta azul. La fiesta que habíamos esperado por años. Un partido de fútbol de esta categoría podía encender los ánimos hasta del que nos sabe nada de este deporte, un partido lleno de rivalidad y que siempre da mucho de qué hablar.
Le tengo mucho respeto a México y le guardo un cariño muy especial por razones que en otro post algún día hablaré, cuando los ánimos no estén tan encendidos.
Pero para el sábado, mi país era primero. Hasta nos fuimos a dar una vuelta por el estadio solo para disfrutar un rato del ambiente que se vivía.Conseguir cinco pases de no menos de $30 no estaba dentro de nuestro presupuesto. Pero sí nos pusimos la camiseta, saltamos y lloramos de emoción. Así es el fútbol.
A las nueve de la noche de un seis de junio, y luego de una noche de celebración y éxtasis total de patriotismo, no queda más que decir lo que muy bien dice un anuncio de un banco local ..."Si tuviera que volver a nacer, nacería igual que la primera vez, nacería SALVADOREÑO....!"