Si hay algo que me encanta ver a mi, es como el salvadoreño "se rebusca" y consigue convertir un negocio en exitoso, con un poco de creatividad (o con mucha)y muchas ganas, lograr que un negocio que podria ser como cualquier otro, sea un exito en lo que emprende.
Asi vemos negocios que aunque vendan lo mismo que los otros, pueden ser las mismas pupusas que el que esta enfrente, pueden ser los mismos panes con gallina, los mismos cortes de pelo, la misma camisa, pero cuando le ponen un poquito de invención, el negocio crece como la espuma.
Y para muestra un boton: no hace mas de un mes, fuimos a conocer un lugar muy bonito cerca de Sonsonate, y cuando veniamos de regreso, con los niños con una gran hambre, nos habían recomendado esta pupusería, de la que yo quede encantada, no porque hayan sido las mejores pupusas del mundo (pero si estaban ricas), lo curioso de este lugar, es que desde que entramos, un mesero vestido de Pedro Picapiedra nos atendió, después vimos a Pablo Marmol sirviendo en otra mesa, el lugar estaba muy bien ambientado al estilo Piedradura, el menú simulando una piedra de papel igualita que la del tiempo de Pedro, (solo el pincel me quede esperando para escribir la orden), las pupusas con nombres al estilo cavernicola, igual que muchas bebidas, y los precios, por supuesto, en piedrolares!!
No es que sea el lugar mas elegante del mundo, y aparte los precios estaban bastante bien, pero si me quede super impresionada con el exito que tenian con su restaurante con mucha creatividad y ofreciendo las mismas pupusas que nos encantan a todos.
No cabe duda, cuando se quiere se puede, y de seguro, con un negocio asi hasta se divierte!!! si tienen niños, dense una vueltecita por la carretera de Sonsonate y veran como les encanta este lugar!
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